¡Que nadie duerma! ¡Que nadie duerma!
¡También tú, oh Princesa,
en tu fría habitación
miras las estrellas
que tiemblan de amor y de esperanza...!
¡Mas, mi misterio está encerrado en mí!,
¡Mi nombre nadie lo sabrá! No, no
Sobre tu boca lo diré
(Puccini: Sólo cuando la luz brille)
Cuando la luz brille
(Puccini: ¡No, no, sobre tu boca lo diré!)
¡Y mi beso fulminará el silencio
que te hace mía!
Voces de mujeres
Su nombre nadie sabrá...
¡Y nosotras, ay, deberemos, morir, morir!
El príncipe desconocido
¡Disípate, oh noche! ¡Tramontad, estrellas! ¡Tramontad, estrellas!
¡Al alba, venceré!
¡venceré! ¡venceré!
"Turandot" de Giacomo Puccini
.......
Por cierto el príncipe se llamaba "Calaf"
Un día os contará el loco el por qué de estos conciertos protagonizados por los "tres tenores".
ResponderEliminarNo te duermas y disfruta esta belleza
el loco os quiere (yo también)
A mi me gusta tanto, que hasta me atrevo a cantarla y así la disfruto mas...
ResponderEliminarBesos y salud
Siempre nos traes trocitos musicales de gran belleza muy propios para iniciar esta mañana de domingo soleada. Al mismo tiempo voy aprendiendo cosas que no tenía ni idea, porque confieso que mi cultura musical es bastante pobre.
ResponderEliminarUn beso, queridísima Mariluz.
Muy feliz domingo.
Me estaba pareciendo rarísimo que durase seis minutos y pico. Al oir los aplausos, ya sé por qué.
ResponderEliminarMe encantan Pavarotti y Carreras...
¡Al alba, venceré!
ResponderEliminar¡venceré! ¡venceré!
Así sí puede uno tomar fuerzas para un domingo largo y lento. Gracias.
ResponderEliminar¡Me encantaaaaaaaaaaaa! Mil gracias por habérmela traído a la memoria, si bien, nunca acabo de olvidar del todo que, muchas veces, ¡shhhhhhh!, ¡qué nadie duerma!
ResponderEliminarTe dejo, en contra partida, unos violines y un piano que de BELLEZA quieren hablar, junto a uno de los poemas, a mi modo de ver, más acertados y en el clavo.
Besos, muchos, abrazos tantos quieras, sonrisas: MIL,
Ambercilla
¿Porque cuando alguien oye algo tan bello se le ponen los pelos de punta?
ResponderEliminarQuerido José Vicente, la explicación científica debe ser aburridísima :) por eso yo -que me guío por los sentimientos- creo que tu pregunta sólo tiene una respuesta: porque estamos vivos.
ResponderEliminarA esa princesa le gustaban las adivinanzas igual que a mi, jjjajja.
ResponderEliminarBesos