En el ojo del huracán ministra de Cultura sueca por un 'pastel racista'
Por Fabián Cristancho "Semana.com"
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Miércoles 18 Abril 2012
La ministra Lena Adelsohn Lijeroth asistió a la celebración de una "Jornada Mundial de Arte", sobre la libertad del arte y el derecho a provocar pero nunca pensó que la celebración se le iba a convertir en un dolor de cabeza que ahora amenaza su carrera al frente del Ministerio.
Las fotos que ahora le dan la vuelta al mundo muestran a la ministra partiendo una torta con la forma del tronco de una mujer africana desnuda. Entre risas, los asistentes disfrutaron de la torta negra que fue especialmente encargada a un artista que ideó el 'performance'.
Las fotos que ahora le dan la vuelta al mundo muestran a la ministra partiendo una torta con la forma del tronco de una mujer africana desnuda. Entre risas, los asistentes disfrutaron de la torta negra que fue especialmente encargada a un artista que ideó el 'performance'.
Mientras las fotos y los vídeos hechos por los mismos asistentes se propagaban en las redes, la indignación crecía hasta el punto que varios medios europeos denunciaron este acto como “un espectáculo de mal gusto con tintes racistas”.
Furiosos comentarios contra el acto cultural, como lo calificó la ministra Lena, se han sumado y ahora piden la dimisión de Adelsohn.
La ministra, avergonzada, explicó que este suceso fue malinterpretado porque se dio en el marco de una muestra cultural en el que se quería poner de relieve la tragedia de la mutilación genital femenina. Los críticos tildaron estas explicaciones como tibias.
Kitimba Sabuni, portavoz de la Asociación para los suecos de África, dijo a los medios que "decir que lo hizo con buenas intenciones solo hace que la burla a las personas que son víctimas de racismo y circuncisión sea peor".
Ahora en Suecia se pone en entredicho la competencia y el juicio de la ministra que ya pidió disculpas por el hecho y aceptó el malentendido que causa malestar a nivel mundial.
The Huffington Post puso en común, a propósito de esta polémica, un dato de la Organización Mundial de la Salud: 140 millones de niñas y mujeres viven hoy las consecuencias de la mutilación genital femenina.
Vea uno de los vídeos del "acto cultural", que rueda por las redes sociales:
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Furiosos comentarios contra el acto cultural, como lo calificó la ministra Lena, se han sumado y ahora piden la dimisión de Adelsohn.
La ministra, avergonzada, explicó que este suceso fue malinterpretado porque se dio en el marco de una muestra cultural en el que se quería poner de relieve la tragedia de la mutilación genital femenina. Los críticos tildaron estas explicaciones como tibias.
Kitimba Sabuni, portavoz de la Asociación para los suecos de África, dijo a los medios que "decir que lo hizo con buenas intenciones solo hace que la burla a las personas que son víctimas de racismo y circuncisión sea peor".
Ahora en Suecia se pone en entredicho la competencia y el juicio de la ministra que ya pidió disculpas por el hecho y aceptó el malentendido que causa malestar a nivel mundial.
The Huffington Post puso en común, a propósito de esta polémica, un dato de la Organización Mundial de la Salud: 140 millones de niñas y mujeres viven hoy las consecuencias de la mutilación genital femenina.
Vea uno de los vídeos del "acto cultural", que rueda por las redes sociales:
Estos son los gobernantes del mundo civilizado.
¡¡¡Qué asco dan pordios!!!
¡Qué horror!
ResponderEliminarPandilla de susceptibles, así va el mundo. Cabreándose. Qué gente.
ResponderEliminarDe verdad, no lo entiendo. ¿Cuál es el problema? En serio, ¿cuál? Si la tarta hubiera representado a una mujer blanca, ¿también habría polémica? Seguramente sí, porque se trata de una mujer. Si, en cambio, el pastel tuviera forma de varón caucásico, quizás la foto no habría dado la vuelta al mundo. En fin.
Todo esto acabará cuando a las mujeres (y en especial a las negras) os entre en la cabeza que sois seres inferiores.
Seguro que la tarta estaba deliciosa.
Larisa, que dice el loco que él está cabreadísimo y que prefiere una sesión continua de poesía del "insigne" y baberíos de "la sor" antes que una sola palabra de esa gentuza.
ResponderEliminarel loco te abraza
Me has dejado sin palabras. Pero es que sin palabras. Además no me había enterado (bastante tenemos aquí con el paquidermo ese, viéndole caer...). Bueno, no hay palabras y no las diré... Me parece tan absolutamente... En fin. Lo que suele ocurrir es que estos actos inconscientes nos retratan. Quiero decir, ellos se reían, divertidísimos, porque como no hería ni poco ni mucho su sensibilidad, ¿a quién podía ocurrírsele que a mucha gente sí le iba a herir? Sí, lo peor es aquello que hacemos sin darnos cuenta, con sensación de normalidad. Y si esta gente cortan el pastel riéndose a carcajada batiente y no les molesta quiere decir que eso mismo les retrata. Un espanto.
ResponderEliminarYo no salgo de mi estupor, Ramón. Estoy tan indignada y tan dolida... tanta degradación me supera. ¿Cómo educar a nuestros niños en el respeto con escenas como estas? :(
ResponderEliminarabrazos desde Navarra para ti, querido amigo
Joder, es increible que pueda haber tanta falta de sensibilidad y de mal gusto...
ResponderEliminarBesos y salud
La verdad es que la tarta y su presentación con esa cabeza parlante es de bastante mal gusto, y que los asistentes al evento se descojonen de ello todavía más.
ResponderEliminarHay ciertas cosas con las que no se debería hacer ni la más mínima broma.
¡Vergonzoso!
Un beso.
Oh, vamos! Es una torta, por amor del MEV!
ResponderEliminarEn un acto que promueve, según el articulete, "la libertad de provocar".
Qué paradoja tan deliciosa. Te doy libertad de provocar, siempre que no me provoques.
Es claro, los países donde se llevan a cabo esas barbaridades no dan un ardite por la opinión pública mundial, así que se meten con una pobre sueca imbécil.
Pan, una torta igual le tiraba yo a la sueca imbécil... ya sabes que nací demasiado pronto para algunas cosas m'hijo, el MEV ya me dio por imposible de recuperar ;)
ResponderEliminarbesoT
El arte remueve conciencias. La performance es buena. A mí me ha provocado hasta lágrimas.
ResponderEliminarBesitos Maryluz
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMMMMMMMM, me intriga bastante la sensación que implica cortar el pastel que tan delicioso se ve de chocolate por dentro en medio de gritos de dolor desesperados y aún así hundir el cuchillo. Sí, lo sé, es como la salsa de tomate para emular la sangre, pero... me parece terrible... Y la ministra, bastante ingenua de pensar que después no sería ella la mutilada de la banca luego de tanta decisión para comerse un trozo de torta humana afrodescendiente.
ResponderEliminarBesos loco, te extraño por mis lugares.