lunes, 9 de enero de 2012

El cierre de librerías

La crisis acaba con Áncora y Delfín,
histórica librería de Barcelona.
Cierra la General de Arte, abierta desde 1890,
y Jaimes abandonará el paseo de Gràcia

La histórica librería Áncora y Delfín, situada en la Diagonal, cerrará en los próximos días - Alba Rovira
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Aquí estuve yo en 1989... debería encender una vela cuando el cierre sea efectivo y definitivo. Me causa gran tristeza.
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lavanguardia.com SARA CANALS - Barcelona

No es la primera vez que una librería histórica cierra en Barcelona, pero ver cómo algunos de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad van desapareciendo poco a poco desanima al sector. Áncora y Delfín, una de las grandes desde 1956, llevaba cuatro años luchando contra el impacto de la crisis y, finalmente, se ha visto obligada a poner punto y final a más de 55 años de historia. "Hacía tiempo que el negocio no funcionaba y al final nos hemos resignado a aceptar que las estructuras pequeñas ya no se aguantan, y mucho menos en el caso de las librerías", explica Eulàlia Teixidor, propietaria de Áncoray Delfín desde 1997.

Teixidor es consciente de que, a parte de las dificultades económicas del momento, la librería también se ha visto afectada por una transformación del sector y del modelo de negocio y por un cambio a nivel de consumo cultural. "Cada vez más los grandes negocios se comen a los pequeños", añade Teixidor, "pero tampoco estamos ante una crisis de consumo cultural. Sencillamente, los canales son otros y este cambio ha repercutido directamente en nuestro sector".

La librería, que ha aprovechado estas últimas fiestas navideñas para hacer sus últimas ventas, se despedirá de sus clientes durante este mes de enero. A diferencia de muchas otras librerías, Áncoray Delfín rechazó la opción de innovar y modernizar el negocio ante las repercusiones de esta múltiple crisis. "Esta es una librería con mucha personalidad y hemos preferido cerrar antes de remodelar el local y convertir Áncoray Delfín en otra cosa totalmente distinta", explica la propietaria.

Otra opción para hacer frente a la crisis consiste en prescindir de los servicios que suponen gastos adicionales. Muchos libreros, por ejemplo, optan por renunciar a la inscripción en el Gremi de Llibreters de Catalunya. "Algunas librerías deciden desapuntarse del gremio sólo para evitar gastos", explica el secretario técnico del Gremi de Llibreters, Eduard Garrell. Aun así, este detalla que en el pasado año la asociación ha registrado más altas que bajas: 13 librerías se han inscrito en el gremio y otras cuatro están gestando su apertura. A estas cifras se les suman 4 bajas y el cierre de 6 librerías alistadas en el gremio. A pesar de la crisis, el Gremi de Llibreters se muestra optimista y Eduard Garrell asegura que "no hay alarma en el sector y el gremio sigue ayudando a las librerías a adaptarse a los cambios".

La Librería General de Arte Martínez Pérez es otra de las veteranas que la crisis se ha llevado por delante. El propietario del establecimiento, Manuel Martínez, asegura que no le queda más remedio que cerrar. "Lo he intentado todo", explica, "pero me es imposible asumir el alquiler". Fundada en 1890 por su bisabuelo, Tomás Martínez, esta librería - situada en la calle Valencia, entre Balmes y Rambla Catalunya-,había sido un referente para amantes y expertos en arte durante 121 años y había abierto sus puertas a artistas de renombre como Picasso, Gaudí, Puig y Cadafalch y, más recientemente, Joan Miró, Salvador Dalí o Antoni Tàpies. Para salvar el negocio, Martínez aprovechó los 500 metros cuadrados del local para habilitar la Sala d´Arts, un espacio destinado ahora a conciertos, charlas, presentaciones de libros, exposiciones y hasta desfiles de moda. La librería pasó a hacer la función de centro cultural pero, aun así, seis años después de fundar la Sala d´Arts, los beneficios seguían siendo insuficientes. Según Martínez, la crisis también viene dada por el cambio de perfil de la ciudad. "La multiculturalidad está absorbiendo los símbolos identitarios de Barcelona, que ya no tiene nada que ver con lo que era hace 15 años", añade Manuel, preguntándose qué tipo de negocio sustituirá su local.

A pocas calles de la Librería General de Arte Martínez Pérez, en el paseo de Gràcia 64, la librería Jaimes, especializada en literatura francesa desde 1941, también ha sido víctima de la situación económica, a pesar de que sus ventas han aumentado un 10% este último año. En su caso no cierra, pero no puede asumir el elevado alquiler en la calle con más renombre de la ciudad. "En el 2014 se nos acaba el contrato y no renovaremos", explica el propietario, Josep Mirón, "así que tenemos previsto establecer una segunda librería en otro lugar de la ciudad tan pronto como sea posible". De este modo, Jaimes podrá aprovechar sus últimos años en el paseo de Gràcia y, a la vez, afincar la nueva librería en algún otro punto de Barcelona.

17 comentarios:

  1. Pues ya ves, y sin embargo cada vez hay mas negocios de chinos, a lo mejor terminamos por aprender de ellos...
    Besos y salud

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  2. Cuando se cierra una librería se cierra una ventana al conocimiento.

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  3. Me da muchísima pena. La cantidad de veces que habré entrado de la mano de mi padre a comprar en Áncora y Delfín! Siento verdadera nostalgia; siempre he sentido debilidad por las librerías y papelerías. En frente de mi casa estaba la Helios, que era la más bonita del mundo en mi niñez. Pasaba horas mirando y rebuscando.
    No nos queda otra que aceptar las cosas como se presentan.
    Hay que pensar ya en el futuro y esperar acontecimientos con esperanza.
    Besos siempre.

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  4. Este mundo loco está cambiando a tanta velocidad que no nos da tiempo a asumirlo. Es lamentable

    Un abrazo

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  5. Muy lamentable Mariluz. Estamos muy cerca de la desaparición del libro impreso ¿¿??
    Besos.

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  6. La Ancora, la Bosch, la cinco de oros, librerías que han ido cerrando. Es una pena, desde mi punto de vista. Porque efectivamente, en su lugar ponen chinos. Eran unas librerías grandes, espaciosas, enormemente especializadas. Y ahora todo lo cambian y van poniendo La casa del Llibre, que es La casa del Libro que también he visto estos días en Sevilla. No está mal, es una librería muy potente, pero es una lástima que se vaya comiendo librerías más pequeñas pero potentes también.

    No se pierde la lectura, que ahora con los ebooks vamos a leer en otro formato (yo ya lo hago, y me encanta, y además menos gasto de papel, lo cual revierte en los bosques, digo yo). Pero lo malo es que se está llegando a una uniformidad cultural tremenda. Acabaremos todos leyendo, sí, pero todos leyendo lo mismo. Esa enorme diversidad, y esa riqueza de las librerías especializadas, se está perdiendo.

    Loco, tú sabes dónde nos duele, y nos vas abriendo los ojos. Bien hecho, aunque nos duela. Solamente dándonos cuenta de las cosas podremos salvar algunos muebles. Un abrazo cariñoso.

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  7. ¿Áncora y Delfín cierra? Hoy no me podía cerrar el día de peor manera.

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  8. Es triste que la ley del mercado llegue también a las librerías especializadas, es la cruda realidad.

    Un abrazo.

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  9. Está sucediendo lo mismo en prácticamente todas las ciudades con cantidad de pequeños comercios de gran tradición y solera.
    El pez grande se come al pequeño, y la sociedad, o la economía, o los grandes poderes, o yo qué sé quien apuestan firmemente por los peces grandes. Así no hay nada que se pueda hacer.

    Hoy, besos lunáticos. :-)

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  10. Me ha salido duplicado y no me deja borrarlo.

    Sorry

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  11. Jajajajajja, ahora va y no está.

    Cada vez entiendo menos a blogger.

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  12. Mariluz,la dichosa crisis se llevará por delante muchas tiendas y librerías...Lo importante es que no dejemos de leer y creer en los libros...Las letras nos salvan siempre y nos impulsan,sigamos escribiendo,amiga...
    Mi gratitud por tu información y mi abrazo grande.
    QUE PASES BUEN DÍA MARILUZ.
    M.Jesús

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  13. cuando se cierran las puertas a la cultura, al saber, ya podemos ponernos a temblar. Se cierra al mismo tiempo, un caudal de ideas y de soluciones. una ventana a la libertad, una salida de emergencia de las redes del nuevo ejecutivo que todo lo quiere cambiar, a saco. Sin contemplaciones.
    Loco, te acompaño en tu disgusto.

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  14. Una pena,ahora pondrán un Starbucks.
    ...
    Snif.

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  15. :( Soy bibliotecaria (en paro, grrr) y siempre quise ser librera...entrar en una librería, dar vueltas, esperar a que un libro te llame, revolver...cuántas cosas nos estamos perdiendo

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  16. La crisis se lo come todo, lástima que esta vez sea la cultura la que tenga que echar el cierre.

    Un abrazo doble y grande ;)

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  17. qué tristeza Mar y Lux! Las veces que estuve en Barcelona estuve ahí, siempre...triste...ojalá que en un tiempo, en algún futuro no muy lejano vuelvan a abrir una igual, en la hermosa BCN!

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