Merece la pena parar unos pocos minutos y leerlo aunque sólo sea para conocer -desde lejos- la triste, mísera y vergonzosa realidad de miles de personas que tal vez no estén tan lejos.
Estos días el mundo se ha colvulsionado con la horrible catástrofe que ha asolado Haití. La respuesta mundial ha sido (está siendo) ejemplar, como en todas las anteriores...
Lo que queremos es que no sea necesario que ocurran desastres de esa índole para (re)conocer las necesidades más elementales a las que toda persona tiene derecho y que, por diversos motivos, no ven cubiertas...
Lo que queremos es que ningún gobierno de ningún país se siga enriqueciendo a costa del trabajo de los niños y las riquezas -ocultas- de los países más pobres y que esos gobiernos no respalden a las grandes empresas que explotan esas riquezas...
Lo que queremos es poder mirarnos de frente a nosotros mismos, sin tener que agachar la vista, porque no nos hemos quedado con los brazos cruzados viendo cómo el hambre y la enfermedad, las minas antipersonas y los odios religiosos o raciales están llenando de tumbas los cinco continentes.
Nadie elige nacer en un país u otro, en una cultura u otra, de un color u otro... pero todos podemos vivir sin tener que pisar a otros ni robarles su dignidad.
El autor del cartel es Jesús y lo puedes conocer en "Creaciones"
En éste día, nuestros blogs se enlazan con el Manifiesto por la Solidaridad, para que nuestras voces lleguen muy lejos.
ResponderEliminarUn beso.
estoy con vosotros, cada granito de arena vale la pena por el bienestar de los niños. saludos.
ResponderEliminarana.
Gandhi nos dejo su legado, la lucha a través de la palabra como defensa por las causas justas.
ResponderEliminarLuego unidas nuestras voces pueden ser insignificantes pero a la vez muy importantes porque serán escuchadas, o en este caso leídas en los confines de todo el mundo revindicando unos derechos dignos, para todo aquel que pasa hambre y necesidades estando abandonado en la más inmunda de las miserias.
Hoy ya se ha cumplido en el primer aniversario del Manifiesto, gracias a la constancia y tesón del amigo Cornelivs.
Mi respeto hacía el y para todos aquellos que lo acompañan siguiendo sus pasos.
Un abrazo
María del Carmen
Si quienes tenemos el medio y la oportunidad de difundir lo que ocurre no lo hacemos y guardamos silencio, probablemente nos convirtamos en cómplices... el prójimo no siempre está a miles de kilómetros, basta con mirar a nuestro alrededor.
ResponderEliminarUn honor formar cadena de solidaridad con personas como vosotros.