Seguramente habréis oído algo sobre el revuelo generado por «Liberator»,
la pistola fabricada con plástico ABS y una impresora 3D. El arma en 3D ha recibido las críticas de diferentes sectores, que temen que se facilite aún más el acceso a las armas de fuego. Y es que la tecnología de
las impresoras 3D va a revolucionar el mundo de los átomos tal y como Internet el mundo de los bits: difusión de conocimiento, proyectos colaborativos, código abierto, derechos de autor, abaratamiento de las copias, cambio de modelo de negocio… y más.
Pero las impresoras 3D no sólo serán capaces de imprimir toda clase de objetos, como un arma, sino también alimentos que podrían frenar el hambre en el mundo. Al menos así lo considera la NASA, que ha invertido 125.000 dólares en el desarrollo de un prototipo de una impresora en 3D para imprimir comida. Tanto el software como el hardware serán de código abierto.
Obviamente, cada cartucho de esta impresora contendrá azúcares, hidratos de carbono complejos, proteínas… consiste
en una máquina que funciona con cartuchos de diferentes polvos alimenticios que, una vez mezclados e impresos, forman alimentos, aprovechando al máximo su contenido, sin desperdiciar “comida”. Además, los usuarios del aparato podrán controlar el valor nutricional exacto y la calidad de cada comida que preparan gracias a una pantalla táctil en la que pueden escoger parámetros como el contenido de carbohidratos y grasas. Y, por supuesto,
contabilizar las calorías.
En el hipotético caso de que funcionara, ya caería en manos de las multinacionales de la distribución alimentaria. Todo, antes de que pudiera servir para acabar con el hambre en el mundo.
ResponderEliminarUn abrazo
El del vídeo de la pistola tenía cosas de metal, aparte de la bala. Ese alma, salido de la impresora 3D, hubiese hecho reventar el cañón del pseudoarma. Tuvo que hacer el ánima más grande. Se han hecho muchas antes sin tanta tecnología. El dinero del que hablas tú, es el dinero que costaba la cosa esa cuando era nueva.
ResponderEliminarMe acuerdo cuando decían que la NASA estaba desarrollando una pastilla diaria para los astronautas. Yo me lo creí, pero mi preocupación era el sistema digestivo, con sus jugos digestivos y sus bacterias residentes; rebelión inevitable, no poca a medio plazo.
Si viertes proteínas en azúcar fundido, seguramente se conviertan en aminoácidos.
Lo que más me preocupa es lo cara que puede salir esa tostada, jaja.
ResponderEliminarPor la pistola no te preocupes que los espñoles no estamos para gastar en impresoras 3D.
;-)
Besos, Mariluz.
Imagínate cuando se pongan a imprimir gente en pelotas...jajajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Ay! Cada vez me siento más cerca de Fritz Lang, en Metrópolis, o como una replicante de Blade Runner...
ResponderEliminarMuchísimos besos Mariluz, y en junio estaré por Lanzarote, un poquitín más cerca!
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