- 10.000 israelíes crean acampadas en una veintena de ciudades para reclamar la bajada de los precios de la vivienda y los productos esenciales.
- Los salarios han subido en siete años un 1%, mientras los alquileres lo han hecho un 250%. La desproporción les obliga a vivir con sus padres.
- El mercado está al alza por la demanda de judíos adinerados que quieren un lugar donde pasar unas semanas al año y por la especulación de millonarios de todo el mundo, sobre todo en Tel Aviv.
Carmen Rengel · (Jerusalén) PeriodismoHumano
Acampada en el bulevar Rothschild de Tel Aviv, en la noche del jueves 14 de julio. / Activestills
La noche del 14 de julio, Tel Aviv bullía. Jueves en la ciudad con más marcha de Israel, turistas abarrotando las terrazas de la playa, atasco monumental por culpa de un mitin de Netanyahu y el concierto de Moby… En mitad de esa masa de idas y venidas, de calor, música y combustible quemado, comenzaba a latir un corazón pequeño, hecho de tiendas de campaña, colchones inflables y fiambreras con hummus, ensalada y pollo frito. En el bulevar Rothschild, una zona de paseo, mitad césped, mitad tierra, acampaban los primeros indignados de Israel, un grupo de jóvenes convocado a través de las redes sociales dispuesto a protestar por el mayor problema que arrostra la clase media del país: el acceso imposible a la vivienda. Dahpni Leef, una universitaria de 25 años, fue la que comenzó la cadena: hace un mes se le notificó que debía dejar su piso en Tel Aviv porque el edificio entero iba a ser derribado para hacer uno nuevo. Tras tres años en la misma vivienda, comenzó a buscar repuesto y se dio cuenta de cómo se habían disparado (y disparatado) los precios, tanto de la compra como del alquiler. Y se enfadó. Convocó a sus allegados a una protesta que debía durar un fin de semana. Hoy más de 10.000 israelíes de toda edad y condición acampan en no menos de 20 ciudades, del sur, del norte, de la costa y del desierto, de mayoría judía o árabe. El sábado pasado, unidos en una gran marcha en Tel Aviv, lograron reunir a más de 30.000 personas bajo dos lemas con sabor a 15M español: “La democracia sale a la calle” y “El Gobierno contra el pueblo-El pueblo contra el Gobierno”. La docena de detenciones que se produjeron tras la medianoche no pudieron empañar la fiesta reivindicativa. El gabinete del primer ministro está buscando soluciones y se ha reforzado un grupo de trabajo en la Knesset, el Parlamento. En un país en el que la apatía alimenta casi todos sus males, el nervio de los jóvenes que están tirando de todo Israel supone una inmersión profunda en el concepto de democracia popular, un despertar que recuerda al pueblo que dejaron las decisiones en manos de los gobernantes, y que es tiempo de compartirlas. Simple deber ciudadano.
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Genial este artículo, me ha encantado. Espero y deseo que de veras el pueblo no cese en su empeño de tomar sus propias decisiones y no dejar su vida en manos de personas que han demostrado poco interés por los problemas reales del mundo.
ResponderEliminarPor cierto, me ha llamado la atención el escrupuloso orden de las tiendas de la acampada de la fotografía.
Un afectuoso saludo.
No me fío nada. Prefiero que esos retoños judíos se vayan a vivir a Nueva York, por ejemplo. Porque la solución que encontrará el gobierno israelí es decirle a los americanos "necesitamos más tierra, vamos a echar, con vuestro permiso, a todos los árabes, sean palestinos, jordanos o lo que sean". Estados Unidos dirá amén y el resto también nos callaremos. Miedo me da. Mucho miedo.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo MariaJesús, si realmente fuese así -como dices- habrían ido directamente a su gobierno a pedirles "tierra" o habrían tomado las armas para robarlas... ellos se están levantando contra el abuso generalizado alrededor de las viviendas, el encarecimiento y la connivencia de sus gobernantes. Me parece un derecho que lo hagan y un soplo de esperanza, porque estos jóvenes, recurren al libre derecho a la manifestación sin utilizar armas contra nadie. Eso ya es un triunfo para la democracia.
ResponderEliminarNo hay que demonizar a todo un pueblo por las acciones de sus gobernantes, ni creerse todo lo que cuentan y cómo lo cuentan...
dos abrazos :)
HOLA
ResponderEliminarTREMENDO ESTO QUE OCURRE. ¿SERA QUE ALGUN DIA ESTOS PUEBLOS TENDRAN EQUIDAD, JUSTICIA Y LIBERTAD?
¿HASTA CUANDO?
¿HASTA CUANDO?....
SALUDOS
STAROSTA
(UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa apatía siempre resplandece al final, cuando se ha ido todo el mundo.
ResponderEliminar¿O era la verdá?
Bah, me da igual, empieza 'Pasapalabra'.
Bicos sin pintar.
Una cosa está clara, de esta crisis se saldrá bien o se saldrá mal, pero ya nada volverá a ser lo mismo.
ResponderEliminarConfiemos en que la gente, en todas partes, tome conciencia del daño que han hecho. Lo que ha ocurrido en estos años no les puede salir gratis.
Estpendo artículo
No sé bien por qué no acampamos todos de una vez.
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