Las inmigrantes centroamericanas con rumbo a EE UU saben lo que les espera en México - Un anticonceptivo inyectable simboliza su sufrimiento
El País.com CARLOS SALINAS MALDONADO – Managua
Del sufrimiento de las migrantes centroamericanas que deciden marcharse hacia Estados Unidos sabe muy bien Marcela Zamora, una cineasta salvadoreña de origen nicaragüense que cuatro veces hizo y deshizo el trayecto que día a día recorren miles de centroamericanos con la esperanza de cruzar la frontera hacia el llamado sueño americano. Se trata de una angustiosa travesía por México de 5.000 kilómetros, en la que las mujeres centroamericanas padecen todo tipo de abusos.
Imagen de 2006 de la captura de una mujer que intenta entrar a EE UU por el desierto de Arizona.- G. BULL (AP)
Esas historias incluyen maltratos y violaciones, por los que estas mujeres, antes de dejar sus países, toman sus precauciones: muchas se inyectan Depo-Provera, un compuesto anticonceptivo de una sola hormona llamada medroxiprogesterona que impide la liberación del óvulo durante tres meses con una eficacia hasta del 97%. Este medicamento es vendido libremente en las farmacias centroamericanas. Algunos expertos han llamado al Depo-Provera la "inyección anti-México".
La mayoría de las personas que dejan Centroamérica para intentar llegar a EE UU son mujeres: son el 57% de los migrantes de Guatemala y el 54% de El Salvador y Honduras, según la Mesa Nacional para las Migraciones de Guatemala. Marcela Zamora cuenta que el uso de esta inyección es relativamente nuevo. En sus primeros viajes, Zamora vio que las mujeres llevaban condones, su única protección ante el abuso al que son sometidas por los llamados coyotes o polleros, las autoridades mexicanas o los bandidos que asaltan a estas mujeres y abundan en el recorrido.
Los preservativos son como amuletos a los que se aferran muchas centroamericanas. "Una mujer en la Casa del Migrante de Guatemala tenía en su bolsa como única pertenencia 12 preservativos", cuenta Argan Aragón, un especialista en migración que ha hecho el recorrido de los migrantes y se está doctorando en Sociología en La Sorbona. "Cuando se le preguntó por qué los llevaba, respondió: 'Es que yo sé a lo que voy'. Realmente saben a lo que van. Se estima que entre seis y ocho de cada 10 mujeres centroamericanas son violadas en su paso por México", asegura Aragón.
Conscientes de que no pueden evitar ser violadas, las migrantes centroamericanas deciden inyectarse Depo-Provera, así, al menos evitan quedar embarazadas producto de las violaciones. Aunque eso no las previene de enfermedades como el sida, advierte Zamora. La cineasta recuerda que en Chiapas, al sur de México, conoció la historia de un hombre que era el terror de las centroamericanas. Supuestamente portador del VIH, violaba a las mujeres impunemente. "Cometió los crímenes durante año y medio", cuenta Zamora, hasta que las autoridades de México lo detuvieron.
Además de usar Depo-Provera, las centroamericanas han optado por buscarse "maridos" en el trayecto, continúa la directora. Se unen a grupos de hombres migrantes como ellas, escogen uno y llegan con él a un acuerdo simple: protección a cambio de relaciones sexuales durante el trayecto. Otras usan su cuerpo como boleto de viaje para llegar a EE UU. "El sexo se vuelve una estrategia para ellas. Algunas cuentan que piensan librar controles de las autoridades migratorias o policiales, librar asaltos, hacerse ayudar durante el viaje o irse con un camionero de frontera a frontera, a cambio de favores sexuales", explica Aragón.
Y muchas lo logran, afirma este sociólogo. "Muchas hondureñas se visten muy sexi durante el viaje (con escotes y minifaldas), para seducir y así ir pasando los obstáculos. Conocí a una niña muy guapa, que viajaba con pollero y con toda su familia, que tenía que ir haciéndose novia de un chavo autóctono en cada camión para que la policía no le pidiera papeles a ella. También tendría que acceder a lo que le pidiera cualquier autoridad, y también se le entregaba al pollero. No sé cómo llegó a Los Ángeles, si es que llegó, pero esto ha de haber alterado su percepción de sí misma y de la de sus padres, con quien viajaba", dice Aragón.
El maltrato también viene de parte de las autoridades mexicanas, asegura Sara Lovera, periodista de ese país que ha estudiado el fenómeno. "Nadie se hace cargo de las migrantes. Ellas sufren una enorme cadena de violaciones a sus derechos humanos, y la extorsión es una de las cosas más terribles: para dejarlas pasar por México, el pago es el sexo para las autoridades", explica Lovera.
La cineasta Marcela Zamora agrega a la lista de vejaciones la extorsión a la que están sometidas por Los Zetas, la organización criminal mexicana que siembra el terror en todo el país y el norte de Centroamérica. Los Zetas, explica, secuestran a los migrantes que cruzan México y exigen a sus familiares el pago de altas sumas, que muchos no pueden entregar; si no pagan, son asesinados.
En su documental María en tierra de nadie, Zamora entrevista a una migrante que fue capturada por Los Zetas. La mujer, entre llantos, contó a la cineasta que a cambio de dejarla con vida, le exigieron que trabajara durante un mes como cocinera y empleada de un "carnicero": "Es el que mata a las personas que no tienen a nadie que responda por ellos. Destaza a la gente, los mete en un barril y les prende fuego", cuenta la mujer.
"Adaptarse a esa realidad es ahora inyectarse el Depo-Provera", dice el sociólogo Argan Aragón. "Ante la absoluta desesperación e incertidumbre del viaje, las mujeres tratan de controlar lo poco que depende de ellas. Las migrantes saben que van a tener relaciones sexuales, que es muy probable que los hombres, aun en caso de relación sexual sin resistencia, no aceptarán ponerse el preservativo".
Un medicamento accesible: |
Para las mujeres centroamericanas es fácil acceder a un anticonceptivo como el Depo-Provera, pues ha sido usado durante décadas por las autoridades sanitarias como tratamiento de planificación familiar. En Nicaragua, clínicas como Profamilia entregan anualmente unas 15.000 inyecciones a más de 4.000 mujeres, el 80% de ellas de zonas rurales. Su está extendido en toda América Latina y está reconocida por la Agencia del Medicamento de EE UU (FDA, en sus siglas en inglés). En Nicaragua se usa desde la década del setenta, y es el tercer método de planificación familiar más utilizado. En las farmacias de Managua se adquiere a noventa córdobas, unos tres euros. "La campesina la usa mucho, porque vive alejada de los centros de salud. Compran las cuatro inyecciones que necesitan al año y el centro de salud les explica cómo usarlas", dice Freddy Cárdenas, director de Profamilia. Algunas ONG en América Latina, sin embargo, aseguran que se trata de una droga peligrosa, por posibles daños en los huesos y problemas hormonales, y que ha sido introducida en la región por los países ricos como método de esterilización masiva, para evitar el crecimiento de la población de las naciones pobres. |
La noticia en su origen:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/ruta/seran/violadas/elpepisoc/20111114elpepisoc_5/Tes
Lo vi en TV y la verdad que da una idea de como están en el mundo muchas mujeres; de lo que no me percaté es lo que leo aqui de la inyección que se ponen... no veria la noticia entera. Y si logran llegar a EE.UU. de que viviran, como y de que manera... ufff triste mundo que les toca vivir.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Besillos.
Caray...Esto es terrible. Sé de la medroxiprogesterona pero no sabía de una aplicación tan dramática. ¡Dios mío! Qué humillaciones tiene que pasar el inmigrante
ResponderEliminarTerrible. Hace un tiempo vi una película al respecto, excelente. Voy a ver si busco el nombre y te lo paso. Fuerte.
ResponderEliminarY hoy por otro lado tenemos una niña (20 años) egipcia que se desnuda como forma de protesta, Aliaa Elmahdy. ¡Qué mundo loco y lleno de contradicciones! Es todo tan triste a veces.
Un beso. No, dos.
Cuando leo noticias como esta se me enciende la sangre.
ResponderEliminar¿Qué clase de animales –porque no se les puede llamar personas– son los que actúan de esa forma?
¡Indignante!
Un beso
Al llegar al final, me quedé de piedra "usado como método de esterilización masiva"...(unimos al horror de que las mujeres estén indefensas, el hecho de que las autoridades aprovechen para decidir, por ellas, algo definitivo)
ResponderEliminarYo vivo en este mundo, pero me han entrado muchas ganas de apearme.
Es terrible toda la humillación por la que pasan las mujeres, pero creo que lo más horrendo es la desesperación con la que luchan por llegar al otro lado a costa de lo que sea.
ResponderEliminarGracias por comunicarnos todo esto y no permanecer indiferente.
Besos
Mariluz,al final me he quedado sin respiración...Impresionante,amiga.
ResponderEliminar¡¡Pero qué "puñetero mundo"tenemos...!!
Tienen que cambiar tantas cosas para que haya justicia...que es una desesperación pensarlo.
Mi gratitud por esta información,que hemos de tener en cuenta,como realidad que es.
Mi abrazo siempre,amiga.
M.Jesús
Son noticias estremecedoras. ¿Quién dice que la época Nazi ya es pasado? ¿Acaso lo que ocurre en nuestros días, como los hechos que tú nos relatas hoy no son aberraciones equiparables a las que se cometían en la Segunda Guerra Mundial? No puedo creer que en nuestros días haya todavía seres humanos que cometan estas barbaridades. Es abominable. Estoy impresionada.
ResponderEliminarBuenas noches.
Violadas, vejadas, estériles... y nos llamamos civilizados.
ResponderEliminarUn abrazo
Que triste por favor, que bestialidad...
ResponderEliminarA lo mejor se cumple alguna vez mi incontenible deseo de que se les caiga a pedazos a los violadores...
Besitos y salud
Parece una noticia de otro siglo y de tierras barbaras. Pero esto esta sucediendo con mujeres de centro-america y en méxico. Aberrante
ResponderEliminarTamally maak
En momentos como este, me averguenza ser mexicana.
ResponderEliminarNo solo son abusadas, maltratadas dentro de México, sino por la policía de los EE.UU..
ResponderEliminarQué tremendo! en busca de un futuro mejor?
Abrazos Mariluz, vivimos en un mundo cruel.