… y se encontraron conmigo ¿o tal vez quedaron conmigo y se les presentó la loca? ¡Cualquiera sabe! El caso es que aprovechando que el Aragón pasa por Sangüesa, me fui a cruzar el Arga a Pamplona.
Los hados se han confabulado y lo que iba a ser un día de altas temperaturas con tórridas sensaciones mientras recorriéramos calles, se ha convertido en un día desangelado y gris con un descenso de 15 o 16 grados en menos de 24 horas. Tal vez sea lo mejor ante nuestra intención de ‘patear’ Pamplona.
Estoy en una ciudad tan cosmopolita que no me siento, en absoluto, bicho raro con mi pantalón pirata –vaquero-, mocasines granate y camiseta marinera, granate y blanco, cubierta con una chaqueta corta de tela azul con bordados a modo de brocado en hilo también azul, cámara de fotos al cuello y bolso en bandolera… ¡de turista total!
A la Historia que atesora Pamplona en sus calles añado el lugar donde hago mi primera parada: el emblemático Café Iruña. Su salón de columnas iluminado con lámparas de 10 brazos dan claridad a las mesas de mármol y cuerpo de hierro forjado al estilo del s.XVIII y XIX. No es extraño imaginar a Hemingway escribiendo alguna de sus crónicas sentado en cualquiera de esas mesas y con la vista en la Plaza del Castillo, al acabar alguno de los encierros que la hacen famosa en el mundo entero, y esperando la llegada de los maestros del toreo Ordóñez y Bienvenida… Hoy la gente que ocupa sus mesas están lejos de aquellas conversaciones taurinas, al continuo sonido de los platos se une la música que da fondo a voces altas y alegres (a pesar de las crisis). La vida bulle por todos los huecos del mágico Café. Retazos de Historia hablada en primera y tercera persona se cuelan por mis oídos. Es un miércoles 29 de junio. Día del encuentro con Javi y Asun (clic aquí). Quedada bloguera a tres bandas… bueno a cuatro, porque Asun viene con Xana: su inseparable compañera de cuatro patas y pelo blanco.
Personas que -sin miedo- escaparon de la pantalla a la vida 1.0
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ResponderEliminarDejate envolver por la bruma de la primer aurora y nunca te enojes, espera que fluya la calma en el interior del alma...Se duplica el ánimo y la melancolía se evaporará.
¡¡Feliz fin de semana para ti y todos los que te rodean!!
Un montón de besos multicolores!!
María del Carmen
PD/El día de ayer te quedará grabado en la retina como un día muy, muy especial...
¡Cómo mola la vida 1.0!
ResponderEliminarA no ser que seas Ortega Cano, claro.
¡Hala, sigue por allá arriba! Y olvídate de nosotros muy-mucho.
(Oyes, oyes, ¿es verdá esa leyenda urbana de que los blogueros son perzonaz?)
Que bien has descrito "nuestro café Iruña", porque ya siempre será nuestro café, donde nos conocimos, donde vino desde Andalucía esa tan esperada visita.
ResponderEliminarAlgo de Hemingway tienes, si. Y estuviste en su rincón, con dos loquillos de estas tierras encantados de tenerte un día entre nosotros.
Hasta pronto. Abrazo. Jabo
Jajajajajjaja, MARILUZ, yo creo que lo que pasó fue que nos juntamos tres loc@s, pero de los que merecen la pena jajajajajaja.
ResponderEliminarMe ha encantado como has relatado esta primera parte de la crónica. A pesar de las bajas temperaturas (qué frío, jo...)fue un día con mucha calidez.
Yo creo que Hemingway escribiría sus crónicas a otras horas, porque yo después del desayuno más me lo imagino en el "Baile de la Alpargata" que tiene lugar precisamente en un salón justo encima del Café Iruña.
Fue un placer compartir contigo esas horas que, a mi al menos, me supieron a poco.
Un beso
Pamplona es precioso. Ahí, en 1968 comí yo los mejores mejillones que nunca había probado...tiene delito, siendo gallega.
ResponderEliminarY el vino y las angulas y el bacalao al ajoarriero.
Lo pienso y se me hace la boca agua.
No conozco Pamplona y me gustaría. Al igual que me gusta conocer a los amig@s blogueros.
ResponderEliminarUn beso y a seguir disfrutando.
Hola Marialuz, hace tiempo que quiero llegar a tu casa, hoy vengo volando del blog de ASUN que conozco personalmente hace mucho ya y nos sabes cuanto me alegro de que la hayan pasado tan bien los 3 allá. Ella es una chica fenomenal, doy fé. A Jabo no lo conozco personalmente aún, por ahora, pero si su blog.
ResponderEliminarUn abrazo