A veces tengo las suerte de tener la cámara en el sitio y momento adecuado. Para hoy sábado habían dado lluvia, pero no ha sido así. El día, por luminoso, invitaba a salir a la terraza y, mira por donde... era la hora de la caza para una pequeña y casi insignificante araña. La víctima, una "mariquita" o "bichito luz" que antes, había estado paseando ufana por mis cristales...
Es la vida misma. La supervivencia. La Naturaleza en estado puro.
Y si queremos sacar una moraleja: "Nada pequeño es inofensivo si sabemos sacar partido a su "insignificancia".
He aquí una pequeña composición que he hecho, en transición, con las imágenes.
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