miércoles, 19 de septiembre de 2012

El termómetro maldito

Jesús Martínez Álvarez: 

El termómetro maldito y la madre que lo parió


Hace muchos años alguien, al que Dios confunda, tuvo a bien inventar un aparato diabólico que determinó en llamar "Termómetro". El científico en cuestión, ignorante del error cometido, publicitó su invento y sus colegas venideros vieron en él la solución a muchos de sus problemas. Conseguían medir la temperatura a todo, como si de una aplicación para el iPhone se tratara. Podían hacer múltiples cosas, pero algunas de ellas inútiles. Llegaron a medir la temperatura del sol, y a mí que más me da, millón de grados arriba o abajo.
Os preguntaréis el por qué de esta rabieta anticientífica, con la de modelos que existen, bonitos o feos, de mercurio o alcohol, analógicos o digitales, con ramitas de plantas o con tecnología laser, ultrasonídos o microondas o yo que sé cuanta tecnología desperdiciada en medir la temperatura.
No digo que para ver si el pollo o el pastel están en su punto, se pueda medir la temperatura introduciendo una sonda térmica que nos afine hasta la centésima de grado, pero eso toda buena cocinera lo sabe hacer a ojo.
Igual ocurre en pediatría. Podemos meterle el termómetro por el culo al niño, ponérselo en el sobaco o las ingles, pegado en la frente o a través de las orejas, algunos nos darán una precisión de dos cifras decimales "mi niño tiene 39,86 grados Centigrados o lo que es lo mismo 103,75 grados Fahrenheit" pero ¿Qué utilidad tiene? Si tocando al niño ya nos damos cuenta de que quema. Viene a cuento de la obsesión por la medición que nos ha llevado a padres y profesionales a una miedo patológico por la fiebre y no es raro que la primera pregunta en urgencias o en consulta sea ¿ha tenido fiebre? aunque le haya atropellado un coche.
Nos enseñaron en la facultad que la primera pregunta a hacer es:
D.- ¿Qué le pasa?
P.- Que tiene fiebre, doctor.
D.- No, si no le pregunto eso, le pregunto: ¿qué le pasa? ¿qué síntomas tiene?
P.- No, ninguno, que tiene 37,86.
Hemos desarrollado un pánico a la temperatura elevada, como si la fiebre matara o algo parecido. La fiebre es nuestro mecanismo de defensa, la fiebre mata gérmenes; a ellos igual que a nosotros nos es más difícil reproducirnos cuando hace calor y sino pensar en reproduciros con 40º a la sombra. Por esta razón el organismo sube su temperatura, para curar al niño y defenderle del ataque vírico o bacteriano. Si nosotros nos empeñamos en bajar la temperatura estamos del lado enemigo. Se supone que queremos ayudar a nuestro hijo, no perjudicarle con bajadas de temperaturas intempestivas o con exceso de medicación que puede ser perjudicial. El paracetamol sí mata, no la fiebre. Si el peque esta molesto, le duele algo, está llorón o quejoso tendremos que ayudar con alguna medicación en su justa dosis, pero no por una cifra termométrica sin sentido.
"Mirad al niño y no al termómetro".


Jesús Martínez Álvarez




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10 comentarios:

  1. Pues yo soy un forofo de los termómetros, cada día los miro-tengo varios- para saber si puedo salir a caminar mi hora diaria o tengo que esperar para no achicharrarme, miro los de dentro del rancho y los de fuera para ver si tengo que poner el aire acondicionado y así optimizarlo, porque no, no vale ponerlo si tienes calor o frio, el diferencial de temperaturas es el que manda para optimizar la bomba de calor y que consuma lo menos posible, la temperatura de mis baterías es importante para ver si abro o no la puerta y que se ventilen, en fin podría seguir con el rollo, pero voy a terminar diciendo que sin embargo no tengo un puñetero termómetro para medir la temperatura de mi cuerpo serrano, que eso si que no me interesa, pa que tu veas mi arma!
    Besos y salud

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    1. Es que tu sabes lo que te haces, rancherito :)

      salud y besos

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  2. No confío en los termómetros porque todos me indican algo diferente; pero si veo que mi pequeño está apaturrado y le toco la espalda y está hirviendo, o si le beso la frente a mi niña y la siento caliente más que de costumbre, y encima no tiene ganas de ir a jugar al basketball, por poner un ejemplo, segurito segurito que le doy algo para bajar la fiebre. Y lo seguiré haciendo porque si me dejo guiar por cada nueva investigación que se publica me voy a volver loca. Besos !!!!!

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  4. jajajaj muy bueno, Suscribo. Me cayó simpático este médico. Recuerdo en Suecia, cuando medíamos el invierno... y el termómetro bajaba y bajaba. Si ya estábamos en punto de congelación ¿qué diferencia había entre 19.56 Grados centígrados y 21.02 bajo Cero?

    Besos

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  5. Buenos dias MariLuz, hacia tiempo que no me lo pasaba tan bien, hoy he llegado con mas penas que glorias por aquí a esta tu casa y como siempre me alegra tu sentido divertido e inciso sobre las cosas.
    Hombre yo ahora si que no tengo mas remedio que tirar del termómetro, pero solo a titulo orientativo pues es cierto que a las personas de cierta edad con ciertas experiencias tan solo les basta ponerse la mano en la frente o sentir su cabeza para darse cuenta de que la temperatura sube, otra cosa es tener que apreciar con exactitud por si tienes que salir corriendo.
    Gracias por tu visita.
    Besos
    Jesús

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  6. La fiebre es un síntoma de algo, normalmente.
    Pero no es mi caso: nunca tengo fiebre alta, aunque esté enferma.

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  7. Ahora entiendo mas a los pediatras austríacos; que si viviera por aquí, se moririan de hambre. Tengo alli dos nietas, y cuando las niñas se ponen malas por un resfriado, o por la varicela, se les controla la fiebre , pero no se les da a los niños, ni a los bebés ningún medicamento, sino sobrepasan los 39 grados.
    Según ellos los analgésico u otros remedios,para bajar la fiebre, lo que hacen es esconder alguna patología u enfermedad más importante. De forma que si el niño llega al 38'8, nadad de nada.
    Se lo cogen en brazos, lo pasean por la casa; pero hay que asegurarse que no aflore algo de mas cuidado, porque, consideran que la fiebre en sí, no los va a perjudicar y en cambio tener la seguridad de que no esconden algo, es mucho más importante.
    Saludos.

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  8. Me pasa como a Mariajesús, si tengo 38 estoy a punto de "reventar". Sin embargo creo que es necesario intervenir ante una fiebre alta, en su justa medida, pero sí intervenir.
    Besossss

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  9. jajajajaja, pues yo me he reído con eso de intentar reproducirse con 40º a la sombra. Lástima que ya se ha pasado el verano y tendré que esperar al siguiente para probarlo jajaja.

    Besitos.

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