domingo, 27 de febrero de 2011

Belleza y poder

Belleza y poder ¿Quién dijo sexo débil?

ELPaís.com LUZ SÁNCHEZ-MELLADO 27/02/2011

Ellas pintan tanto como ellos. Más allá del estereotipo dominante de madre, esposa, hija o amante, el poder femenino también está presente en el arte de ayer y hoy. La exposición 'Heroínas' llena el Museo Thyssen de mujeres fuertes y orgullosas. Ya sean artistas o modelos, no son el reposo del guerrero. Las guerreras son ellas.

No es una ninfa. Ni una doncella. Ni una musa, aunque en su día lo fuera. Es una tía imponente, seguro que no se ofendería si se lo dijeran. Porque impone distancia y admiración, sí, pero sobre todo respeto. Mide dos metros y cuarto de pies a cabeza por uno largo entre codo y codo de sus poderosos brazos en jarras. Está desnuda, y sus pechos, su cintura, sus caderas y sus muslos apabullan lo suyo, pero no es eso lo que más impresiona. Lo que paraliza es su mirada. Una mezcla de elegancia, arrogancia y seguridad en sí misma que hipnotiza. No parece querer agradar a nadie. Ni ofrece ni pide nada. Se basta y se sobra sola. Los bronces no hablan, y además ella tiene la boca cerrada, pero parece estar diciendo: Aquí estoy yo, miradme. Y aquí está, en efecto, y no se puede dejar de mirarla.

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'Muchacha leyendo' (1828), de Gustav Henning

      Estas chicas pueden parecer sumisas por fuera, pero son libres por dentro. Vienen al Thyssen por haber sacado los pies del tiesto

      Quien quiera ver un alegato feminista, lo verá. Pero quien quiera darse un atracón de belleza pura y dura, también Viendo este deslumbrante desfile de buenas chicas y chicas malas dan ganas de darles una fiesta. Hubieran quemado Madrid

      La Heroína de Gaston Lachaise (1932), esta colosal escultura recién llegada de Boston a Madrid con la logística bipolar de los portes de arte -mano de hierro y guante de seda-, es el emblema de la exposición Heroínas, que llenará el Museo Thyssen-Bornemisza de belleza y poder desde el 8 de marzo hasta el 5 de junio. Ciento veinte piezas procedentes de museos de todo el mundo que representan algunos de los retratos de mujeres más singulares desde el Renacimiento hasta hoy. Como la supermujer de bronce de Lachaise que abre el fuego, tampoco sus otras congéneres de la muestra parecen ser, aunque lo fuesen, madres, ni hijas, ni esposas, ni amantes de un varón principal. Estas chicas vienen al Thyssen precisamente por haber sacado los pies del tiesto. No son, como casi siempre en los cuadros, el reposo del guerrero. Las guerreras son ellas.

      Aunque su batalla consista en cargar sobre la cerviz un ánfora de agua, como todas esas cariátides anónimas que sostienen la sociedad sobre su columna. Puede que su pelea sea íntima y se reduzca a conquistar el espacio de libertad que supone entregarse a la lectura o la introspección en medio del caos. O a ejercitar su cuerpo para enfrentar un reto físico. O bélico. O abandonarse a la ebriedad del alcohol. O del sexo. O al éxtasis espiritual o intelectual. Estas heroínas pueden parecer sumisas por fuera, pero son libres por dentro. Activas, fuertes, independientes, fronterizas, posesas, locas de atar incluso. Fuera de control, en todo caso. Del de los hombres y a veces hasta del suyo propio. O sometidas por la fuerza o por ley de vida, pero no a su disposición. Casi siempre bellas, bellísimas, pero nunca tontas.

      Viendo este deslumbrante desfile de amazonas y magas, atletas y ménades, lectoras y trabajadoras, brujas y santas, buenas chicas y chicas malas, dan ganas de montarles una fiesta. Vivieron o fueron creadas en siglos, incluso milenios, diferentes. Pero seguro que se hubieran caído bien. Hasta pueden que hubiesen quemado Madrid.

      Apuesten a que a la Santa Catalina de Alejandría, de Caravaggio (1597), una pensadora que logró convertir a cincuenta filósofos paganos, le hubiera gustado charlar de tú a tú con la pensativa chica de la Habitación de hotel (1931), de Hopper, o preguntarle qué leía a la Muchacha leyendo, de Gustav Adolph Hennin (1828). Imagínense a las Juana de Arco de Rubens (1620) y Rossetti (1882), confraternizando con la acorazada Virgen guerrera, de Marina Abramovic (2005). O a la hechicera que cuece la pócima en El círculo mágico, de John William Waterhouse (1886), preguntándole a la ultramoderna adolescente de Green Dress, de Julia Fullerton-Baten (2009), por qué diablos levita. Por no hablar de la juerga que podrían correrse las ménades y las bacantes de Baco con la enloquecida killer de Pipilotti Rist en su vídeo Ever is over all (1997) o las histriónicas divas contemporáneas de El juicio de Paris (2007), de Eleanor Antin.

      Casualidad o no, la fecha de inauguración de la exposición, el Día de la Mujer Trabajadora, parece escogida a propósito. Hace tiempo que en muchos de los mejores museos del mundo los únicos hombres del personal son el director y los guardias de seguridad. Eso sin contar a la mayoría de sus visitantes, una legión de mujeres solas o en compañía de otras u otros a los que han arrastrado con ellas. Guillermo Solana, director artístico del Thyssen y comisario de la exposición, lo sabe. Por activa y por pasiva, ellas son básicamente su público objetivo. La colección del museo, como la de tantos en el mundo, está abrumadoramente firmada por artistas hombres, aunque abrumadoramente protagonizada por modelos mujeres. Algunos centros contemporáneos, como la Tate Modern de Londres o el Pompidou de París, están empezando a feminizar sus colecciones y exposiciones mediante la compra o la exhibición temporal de obra de mujeres con el fin de equilibrar en algo la situación. Sin llegar a eso, Solana ha querido darle una simbólica vuelta al patriarcado del parnaso del Thyssen con esta exposición. Las 120 obras de Heroínas también están mayoritariamente firmadas por hombres y protagonizadas por mujeres. Pero ellas son las que mandan en el cuadro. Las que se apoderan del poder, valga la redundancia, en referencia al empoderamiento de la mujer, esa horrísona palabra sagrada del feminismo contemporáneo.

      La muestra cuenta, de hecho, con la bendición del establishment feminista del país. La filósofa Amelia Valcárcel, miembro del Consejo de Estado, y la profesora de estética Rocío de la Villa, presidenta de Mujeres en las Artes Visuales, firman los textos del catálogo. Pero esta exposición no trata de eso. O no solo de eso. Quien quiera ver un alegato del igualitarismo, la paridad y el orgullo de ser mujer en un mundo de hombres, lo verá. Pero quien quiera ni más ni menos que darse un atracón de belleza pura y dura, también.

      Por cierto que hay un cuadro que no está incluido en la muestra, pero podría, si no por la forma, sí por el fondo. Forma parte de la colección permanente del museo. Preside su atrio de entrada, junto al retrato de los Reyes y el del barón Thyssen-Bornemisza. Lo firma Macarrón, un pintor de cámara muy del gusto de cierta burguesía ilustrada a su manera. La modelo, vestida de encaje blanco, es Carmen Cervera Fernández de la Guerra, baronesa Thyssen. No es una santa, lo tiene dicho. Ni una mártir. Fue reina de la belleza en su día, pero también ha demostrado saber ejercer el poder. Fue idea suya que este tesoro estuviera aquí. Y aquí está.

      Si hubiera que buscar un himno para la fiesta de las heroínas, no habría que ir muy lejos. La cantaban Coz en los 80: Las chicas son guerreras. "Ellas suelen llevar el timón, y hacen astillas tu pobre corazón. Y si ves el mundo girar, es porque las muñecas han puesto la cadera a funcionar", aullaba aquel grupo tan heavy. En esta muestra hay caderazos. Aullidos. Alguna coz. Muchas mujeres, y muy heavys. Pero ninguna muñeca.

      La noticia en su origen: Belleza y poder ¿Quién dijo sexo débil? · ELPAÍS.com

      sábado, 26 de febrero de 2011

      Las lineas de la mano - Cortázar

      No había leído ningún libro de Costázar, sí algún que otro cuento pero...  mi memoria lo tenía escondido en algún pliegue del cerebro. De casualidad -como casi todo lo que le llega al loco- hace unos días encontré este vídeo y no lo pensé dos veces: para el diario.


      Aquí el texto original, completo:

      De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito, pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor y en una cabina, donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hacia el codo y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en ese instante empieza a cerrarse sobre la culata de una pistola.

      Julio Cortázar, Historias de cronopios y de famas, 1962

      jueves, 24 de febrero de 2011

      MHLGH 195.6 - día once

      Recomiendo empezar a escuchar la música insertada antes de iniciar la lectura, cuidado con el volumen porque goear ha puesto publicidad. Gracias

      Buenas noches. Seguimos escuchando a Mussorgsky y sus "Cuadros de una exposición". Hoy nos deleitamos con "Bydlo".

      He dicho deleitarnos, pero tal vez no sea 'deleite' el sentimiento correcto. Verás, cuando ha empezado a sonar la música me ha venido a la memoria una escena brutal: remontándonos a los tiempos de la construcción de las pirámides egipcias. Aquellas filas interminables de esclavos tirando de unas largas y gruesas maromas, abrazadas a enormes piedras cuadradas y rectangulares, para hacerlas llegar a la altura determinada; más alta cada vez... O también aquellas hordas de guerreros que a ritmo de tambor -y espadas sobre escudos- marcaban el ritmo del implacable avance sobre aldeas aisladas y míseras; sobre urbes semi civilizadas o bien hacia castillos inexpugnables, directos a la muerte o a la gloria del victorioso, según el destino, pero siempre dejando un reguero de sangre y vidas humanas.

      Algunos descendientes de esos pueblos sometidos y sometedores han llegado a nuestros días con las mismas carencias y sufriendo los mismos abusos de aquellos convulsos siglos. Y han levantado la cabeza, y con ella la bota que los aprisionaba contra el suelo. Algunos de ellos han logrado sacudir los cimientos de la tiranía y arrojado del poder a los dictadores, que han decidido abandonar sin derramar apenas unas gotas de sangre; ciertamente inevitables por la euforia.
      Pero hay otros que haciendo honor a sus orígenes de traidor y asesino y terrorista, siguen aferrándose al poder y continúan la masacre desde la fuerza más bruta y desleal: con carros de combate y aviones que no cesan de disparar y bombardear a todo cuanto puede ser derribado. Armamento alzado contra su pueblo ¡no para defenderlo!.

      Esta música que, en su composición, pretende hacernos recordar el avance de una carreta, camino del mercado como -supuestamente- ideó el pintor que inspiró a Modest Mussorgsky, por los acontecimientos vividos y que se están viviendo en muchos lugares del mundo, siempre la tendré relacionada con los aires de revolución que vive el mundo islámico. Que sean para beneficio de sus pueblos y de la humanidad entera, acabando con la tiranía, la guerra y el terrorismo, depende -en parte- de todos los demás pueblos.

      Hoy tampoco te hablaré del autor de los cuadros. Ahora estoy cansada y necesito dormir. Otro día te contaré de él: Cuando nadie escucha.

      martes, 22 de febrero de 2011

      Fin de la impunidad

      Condenados a 20 años los militares violadores de Congo

      Por pequeños que parezcan los pasos, todos son necesarios. Por fin vemos aires de cambio contra la impunidad que disfrutaban los violadores en el Congo.


      Una mujer víctima de violación consuela a su hijo mientras oculta su identidad por seguridad. Y también por el fuerte estigma social de la violación que puede caer sobre las 5o mujeres que han declarado en el juicio contra los 10 militares violadores que han sido condenados a 20 años de cárcel en Baraka, RDC. 21 de Febrero de 2011. (AP Photo/Pete Muller)

       
      Una mujer congoleña espera a las puertas del tribunal militar la sentencia que ha condenado a 20 años de cárcel a diez militares acusados de violación y crímenes contra la humanidad en la ciudad de Baraka, RDC. 21 de Febrero de 2011. Entre los condenados se encuentra un militar de alta graduación, el Teniente Coronel Mutuare Daniel Kibibi, bajo cuyo mando ocurrieron las violaciones masivas y robos en la ciudad de Fizi en Enero pasado.


      Una de las mujeres violadas en la puerta del tribunal. (AP Photo/Pete Muller)


      El condenado teniente Coronel Kebibi Mutware a la salida del tribunal (AP Photo/Pete Muller)

      La noticia en su origen: Condenados a 20 años los militares violadores de Congo - periodismohumano

      sábado, 19 de febrero de 2011

      viernes, 18 de febrero de 2011

      Adios Rosa. Gracias

      Cuando empecé en el mundo blog tenía conocimientos de HTML y de páginas web, pero absolutamente nada sobre plantillas de blog. Buscando ayuda encontré  "El escaparate de Rosa" y gracias a ella he ido comprendiendo los entresijos de un blog, cómo solucionar los problemas que se presentan o cómo ?ponerlo bonito' sin grandes conocimientos. Rosa se convirtió en mi referente. Hoy he sabido que Rosa, nuestra Rosa, ha fallecido. Ni tan siquiera su enfermedad impidió que siguiera ayudándonos hasta hace pocos días.

      El enlace a su página seguirá, por siempre, ahí a la derecha de este diario loco como homenaje, en señal de agradecimiento a su generosidad.

      Gracias Rosa. Hasta siempre.

      jueves, 17 de febrero de 2011

      El pueblo que no crece tiene la clave contra el cáncer

      Guevara-Aguirre, en el centro, junto a varios controles y mujeres con Laron. | J. G.-A.
      Guevara-Aguirre, en el centro, junto a varios controles y mujeres con Laron. | J. G.-A.

      María Valerio | Madrid El Mundo.es 16/02/2011

      Todo empezó como una investigación para averiguar por qué una comunidad ecuatoriana de los Andes tenía una estatura tan bajita, un tipo de enanismo denominado síndrome de Laron. Pero el seguimiento durante 22 años a 99 individuos de talla baja ha desvelado que su debilidad es también su fortaleza: la misma alteración que no les ha dejado seguir creciendo también parece ser la responsable de que sean inmunes al cáncer y a la diabetes.

      Ningún diagnóstico tumoral ni de diabetes en dos décadas era un dato más que llamativo que el doctor Jaime Guevara-Aguirre, del Instituto de Endocrinología de Quito (Ecuador), empezó a estudiar en el laboratorio. "Yo seguía a esta población desde 1987, pero cuando empecé a alertar de la inexistencia de casos de cáncer, nadie me hizo caso, me tomaron por loco", bromea Guevara-Aguirre desde Quito. Con la colaboración de Valter Longo, de la Universidad de Southern California (en EEUU), acaba de publicar los resultados de sus hallazgos en las páginas de la revista 'Science Translational Medicine'.

      Después de compararlos con otros 1.600 parientes de talla normal (con tasas de cáncer y de diabetes similares a la población general), y analizar miles de genes, los investigadores descubrieron que los individuos con síndrome de Laron eran portadores de una mutación en el gen que codifica el receptor de la hormona de crecimiento (la misma que va decreciendo con la edad una vez que los individuos adultos dejan de crecer).

      Su enanismo les protege

      Pero no es esa su única peculiaridad. Por un lado, sus células acumulan menos daños en el ADN; pero además, dichas células son capaces de 'suicidarse' en cuanto acumulan demasiados errores en su ADN (mediante un mecanismo denominado apoptosis). Como consecuencia de su mutación, los ecuatorianos 'bajitos' (descendientes de españoles conversos que abandonaron el judaísmo para evitar a la Inquisición) presentan menores niveles del factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1) y concentraciones de insulina muy bajas. Por lo demás, su estado de salud es completamente normal.

      Todas estas características celulares están detrás de la longevidad en otros organismos más 'sencillos', como las levaduras, las lombrices o los ratones. Sin embargo, y paradójicamente, esta población ecuatoriana no presenta una mayor esperanza de vida que sus parientes sin la mutación. Probablemente, reconocen los especialistas, por su elevada mortalidad por accidentes, abuso del alcohol y otros problemas no relacionados con la edad; aunque tampoco se atreven a asegurar que su esperanza de vida hubiese sido muy superior sin estos hábitos dañinos.

      Buscando un tratamiento

      Entre los firmantes de la investigación se encuentra también un español, Alejandro Martín Montalvo, que participó en el trabajo entre su etapa como investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (centro mixto del CSIC y la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla), y el Instituto Nacional del Envejecimiento (con sede en Baltimore, EEUU). A su juicio, a pesar de la importancia del hallazgo de esta población 'inmune' al cáncer, es pronto para pensar en el uso de bloqueantes de la hormona del crecimiento como tratamientos quimiopreventivos.

      Porque aunque hace tiempo que investigadores de todo el mundo indagan en la relación entre envejecimiento y cáncer, este equipo internacional da un paso más al sugerir la posibilidad de bloquear la hormona del crecimiento en individuos sanos como una especie de 'seguro' contra el diagnóstico de patologías asociadas a la edad, como el cáncer o la diabetes.

      De hecho, en la actualidad ya hay autorizados en EEUU algunos fármacos que bloquean esta hormona, y que se emplean para el tratamiento de pacientes que sufren gigantismo (acromegalia). Sin embargo, reconocen, una cosa es eso, y otra emplearlos en individuos con una talla normal como tratamiento preventivo contra el cáncer.

      Las implicaciones que eso puede tener, y los posibles riesgos de bloquear la hormona del crecimiento en individuos sanos, han llevado al equipo de Longo a solicitar permiso para realizar un ensayo clínico en pacientes que estén recibiendo quimioterapia. "Sería el sueño de cualquier administración: todos viviríamos una larga vida sana hasta que, al final, morimos".

      La noticia en su origen: El pueblo que no crece tiene la clave contra el cáncer | Biociencia | elmundo.es

      lunes, 14 de febrero de 2011

      MHLGH 195.6 - día diez

      Recomiendo empezar a escuchar la música insertada antes de iniciar la lectura, el volumen está bajito, pero cuidado porque goear ha puesto publicidad. Gracias

      Buenas noches. Seguimos el recorrido museístico de Modest Mussorgsky, hoy con el cuadro "Tullerías". Si atiendes la música verás que recuerda la algarabía de niños jugando, en un jardín.

      Pero en mi deambular por las calles de nuestra ciudad no veo niños. O muy pocos. No es época, ya sé; hace mucho frío y los padres se preocupan de que no se enfríen, así no tendrán que pedir permiso en el trabajo para cuidarlos; tampoco tendrán que llevárselos a los abuelos -que ya no están para esos trotes- ni tampoco contratar una asistenta que los atiendan mientras ellos siguen con sus vidas sociales.

      ¡Vaya!... ¿será ese el motivo por el que -algunos padres- matan a sus hijos?

      No lo entiendo. ¿Cómo puede un padre matar a sus propios hijos porque ya no conviva con la madre de ellos?... ¿cómo los puede matar para vengarse del desamor de su esposa y madre de esos niños?... ¿cómo se puede tener tanta sangre fría?... por cierto, no sé por qué ponen ese ejemplo, cuando los animales salvajes de sangre fría son más humanos con sus crías que algunos padres...

      Hoy te iba a contar la historia de los "cuadros de esta exposición", que estamos oyendo en los últimos días, del autor de los mismos. Pero ya ves, a través de una de esas ventanas -a pie de calle- he oído que un padre ha envenenado a sus hijas gemelas antes de suicidarse y se ha roto algo por aquí dentro de mi cabeza... así que después de ver el cuadro que hoy debía sonar y explicarte lo de los juegos y algarabía de los niños jugando, se me encendió la sangre...

      Ahora me voy a descansar. Mañana tal vez me acuerde o me apetezca contártela "Cuando nadie escucha".

      sábado, 12 de febrero de 2011

      Tra lara larita, limpio mi casita

      Sigamos sorprendiéndonos del civismo desplegado -hasta ahora- por el pueblo egipcio
      Entre todos limpiando la plaza de la Liberación
      (clic en la foto para ir a la noticia)

      martes, 8 de febrero de 2011

      Un cuento hasídico

      Un hombre campesino que regresaba del mercado a altas horas de la noche descubrió de pronto que no llevaba su libro de oraciones. Se hallaba en medio del bosque y se le había salido una rueda de su carreta, y el pobre hombre estaba muy afligido pensando que aquel día no iba a poder recitar sus oraciones.

      Entonces se le ocurrió orar del siguiente modo: «He cometido una verdadera estupidez, Señor: he salido de casa esta mañana sin mi libro de oraciones, y tengo tan poca memoria que no soy capaz de recitar sin él ni una sola oración. De manera que voy a hacer una cosa: voy a recitar cinco veces el alfabeto muy despacio, y tú, que conoces todas las oraciones, puedes juntar las letras y formar esas oraciones que so soy incapaz de recordar».

      Y el Señor dijo a sus ángeles: «De todas las oraciones que he escuchado hoy, ésta ha sido sin duda alguna, la mejor, porque ha brotado de un corazón sencillo y sincero».

      Anthony de Mello
      ____________________________

      Me ha parecido tan hermoso que quería traerlo al diario, sin más pretensión que compartir.

      domingo, 6 de febrero de 2011

      MHLGH 195.6 - día nueve

      Recomiendo empezar a escuchar la música insertada antes de iniciar la lectura, cuida el volumen. Gracias

      Buenas noches. Seguimos escuchando Cuadros de una exposición de Mussorgsky. Hoy nuestro recorrido nos lleva al segundo cuadro: El viejo castillo. Por mis andanzas a lo largo de la geografía española he encontrado muchos, pero ninguno habitado. Nunca me preocupó porque ¿qién sería tan desmesurado para vivir en un castillo? Tú y yo que vivimos en la calle lo juzgaríamos excesivo y acusaríamos de prepotente al inquilino ¿verdad?... ¿a qué alardear de tanto poderío?

      Pues he aquí que, asomándome por esas ventanas a ras de suelo he visto, en las televisiones, programas donde unos 'limitados personajes' alardean de las casas donde viven; los metros cuadrados que tienen construídos y los que tienen alrededor; las habitaciones que necesitan para dos personas -con o sin hijos-, más las de invitados íntimos, invitados por asuntos profesionales, invitados ocasionales e invitados de invitados... más una habitacioncita para el servicio ¡claro!... quién si no iba a mantener visible y habitable una mole de ladrillo -supuestamente- minimalistas, de ese calibre...

      Ya te digo que hemos desarrollado un ego tan grande  como las mastodónticas viviendas que nos rodean, con inquilinos tan zafios como para mostrar sus intimidades al mundo.

      Alardes de superflua riqueza.

      Enjambres de 'chupópteros' que han "super sobrevalorado" el ladrillo, hasta el extremo de enriquecerse con uno de los derechos fundamentales de toda persona: poseer una vivienda digna. Abusando hasta el punto de conseguir empeñar toda la vida de una gran parte de los ciudadanos activos, por una minivivienda a precio de palacios, y a unos intereses desvergonzados... y todo para que media docena -mal contada- pueda construirse modernos castillos donde cultivar sus prepotencias.

      Y tu y yo, viviendo en la calle... entre cartones.

      Estoy cansada. Mañana seguimos disfrutando la música y hablando: Cuando nadie escucha.

      viernes, 4 de febrero de 2011

      Cortos animados II

      En plena Guerra Civil española -en 1938- El toro Ferdinando 
      de Walt Disney ganó el Óscar al mejor cortometraje de animación.

      El loco lo trae para los amantes de las corridas de toros
      para los que viven del submundo creado alrededor
      para los que niegan que sea un arte
      para los que no lo ven como cultura
      para quienes aman a los animales
      para todos los que quisieran tener un Ferdinando en su vida...
      para los gordos,
      para los flacos,
      para los altos... (ah, no... que eso era otra cosa)

      Con todos nosotros: El toro Ferdinando

      jueves, 3 de febrero de 2011

      Aires de revolución

      Alguien dijo que:
      quien en la madurez seguía creyendo en la revolución social, como en su juventud,
      era un irresponsable.
      Sigo siendo una joven  de 55 años

      ¡¡Todos contra la opresión y el caciquismo!!

      martes, 1 de febrero de 2011

      MHLGH 195.6 - día ocho

      Recomiendo empezar a escuchar la música insertada antes de iniciar la lectura, cuida el volumen. Gracias

      Buenas noches. Estás oyendo "Cuadros de una exposición" de Modest Mussorgsky. Llegamos al primer cuadro llamado Gnomo.

      Y de eso te voy a hablar hoy. De los gnomos. Es nuestra octava cita y creo que ya tenemos confianza para que sepas algo de esta voz que te llega a través de las ondas. Te habrás preguntado, en algún momento, por qué vivo en la calle y qué me arrojó al submundo de la oscuridad. Fue una mujer. Sí. Ella es la causante de todas mis desdichas. Ella la culpable de mi "sinvivir". Ella, el faro que iluminó la verdadera naturaleza del hombre que era mi compañero, mi libertador, mi razón de ser. El amor y motor de mi vida. El hombre que se agigantaba ante mis ojos, con cualquier situación que nos tocaba vivir juntos. Ella me desveló la verdad. Cuando se interpuso entre nuestras vidas descubrí su bajeza humana. La de él. Ella nada sabía de mi existencia y se dejó querer; pero él, maldito y engreído, rompió nuestras vidas. Y ante mis ojos, por gracia de la luz cegadora de ella, empequeñeció hasta mostrarse ante mí como lo que era realmente: un gnomo. El bufón de las fiestas palaciegas, donde desplegaba sus dotes de conquistador como un pavo real su cola... mientras yo -ciega por el brillo de su disfraz- no había sabido ver...

      De eso hace muchos, muchos años y hoy, paseando por este museo grotesco que es la ciudad, he descubierto que él no era el único gnomo... hay muchos más, los hay por miles y cientos de miles y millones quizás. Hoy los ves -a través de ese invento infernal llamado televisión- alardeando de a cuántas mujeres han poseído, engañado y cuánto dinero han cobrado por decirlo; y lo cuentan para acudir a más programas a cobrar por desmentir lo que dijeron el día anterior... y así sucesivamente, hasta acabar como muñecos rotos y olvidados en cualquier vía de tren o entre las peores garras que un gnomo puede encontrar: el amor verdadero no correspondido.

      Estoy cansada y tengo frío. Descansa tu también, seguiremos mañana "Cuando nadie escucha".